viernes, 27 de junio de 2008

Paz

Ha pasado casi un mes desde la publicación de mi último artículo, y pido disculpas a mis lectores porque durante este tiempo he estado preparando mis exámenes. Pero ya estoy de vuelta y esta vez con un tema para reflexionar que a todos nos preocupa: la Paz.

¿Qué es la paz? ¿Es sencillamente ausencia de guerra? Evidentemente no, porque hay conflictos que no se llaman guerra pero que pueden ser tan perjudiciales como ésta. Este tema es una de las discusiones ideológicas que se han mantenido durante los últimos años porque puede haber ausencia de guerra, pero inestabilidad social por causas económicas, políticas, sociales, etc. El concepto de paz también debe incluir la paz social, porque paz es verdad que está donde no hay muertos ni declaraciones de guerra, pero ¿y donde sí hay detenidos por defender los derechos o conflictos que se resuelven de forma violenta, contra los bienes, las vías de comunicación y las personas?. Los ejemplos más claros los tenemos en los países con dictaduras o en los países en los que se sufre de terrorismo, donde se tiene la sensación de estar inmerso en una guerra no declarada contra una minoría que opta por la violencia para imponer su modelo social.

Puede que no haya asesinatos, pero hay revueltas callejeras, extorsiones, amenazas, violencia contra las mujeres, los niños, los inmigrantes... que crean un clima de violencia difícilmente soportable. El pacifista está tanto contra la guerra, como contra las maneras violentas de resolver los conflictos, por ser ilegítimas y, a la larga, ineficaces. Apuesta por el diálogo como expresión de la razón y esencia de la comunicación humana para la resolución de conflictos.

Para el pacifista no sólo la vida o la ausencia de muerte es sinónimo de paz, si no que el respeto por la dignidad humana queda por encima de cualquier opción política e ideológica.

La paz no es sólo ausencia de guerra o de violencia, es un escenario de la vida política y de una cultura que reconoce sus propios conflictos y los resuelve por el camino del diálogo. La paz es también el reconocimiento de los derechos humanos en su sentido más amplio y por lo tanto la acción pacífica debe basarse en valores esenciales, los cuales están amparados bajo la Declaración de los Derechos Humanos.

Un pacifista del s. XXI tiene que saber que la paz es un camino largo que requiere de una militancia activa en todas las esferas de la vida y de una actitud crítica. Se trata de una actitud ética que ha de llevarse a cabo a través de una educación en y por los derechos humanos. Hay que construir una Cultura de Paz.

Así que la paz no es mera ausencia de guerra, si no que se trata de un proceso infinito y constante, en continua construcción; no es un estado o un tiempo, si no un orden social con reducida violencia y elevada justica; es igualdad en el control y la distribución del poder y los recursos; es la ausencia de condiciones no deseadas como el hambre, la marginación, la violencia de género, el racismo etc; y la presencia de cosas deseadas como el trabajo, la vivienda, la educación etc.


¿Realmente podemos encontrar la paz en este mundo? La PAZ, con mayúsculas, sólo la encontraremos si la buscamos adecuadamente: "Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo". (Juan 16:33)


¡Que maravillosa promesa!