viernes, 16 de octubre de 2009

¿Podemos resolver los conflictos?


En mi trabajo, son muchas las veces que tengo que mediar con los alumnos o con sus familias, incluso a veces con los propios profesores. Los conflictos son necesarios para nuestro crecimiento personal, nos ayudan a madurar. El problema lo encontramos cuando no sabemos cómo solucionarlos. Entonces los conflictos se convierten en una trampa mortal que nos conduce a la desesperación, llegando incluso a enfermarnos.

Dentro de los conflictos, podemos encontrarnos con problemas impersonales, o sea, aquellos que tenemos con las cosas como el dinero, el coche, la casa o ese electrodoméstico que nos ha dejado de funcionar, etc. O problemas de carácter interpersonal, aquellos que se producen con otras personas; hablamos de celos, de resentimientos, incomprensiones, infidelidades, desamores, mentiras etc. ¡Sin duda estos son los peores!

El ser humano fue creado para relacionarse y además relacionarse bien con sus iguales y el hecho de tener un conflicto con nuestro amigo/a, esposo/a, hermano/a o cualquier otra persona, nos produce un malestar general difícil de sobrellevar si no solucionamos el conflicto. ¿Pero cómo solucionarlo? ¿Es posible encontrar una solución a mi problema? ¿Y si el otro no quiere saber nada?

Lo que voy a escribir a continuación no es una varita mágiga capaz de solucionar al instante todos nuestros problemas, pero si nos capacitará para afrontarlos y buscar soluciones al mismo.

1º) El primer paso para resolver un conflicto es SABER PENSAR, debemos de reflexionar y averiguar cual es el problema que tenemos. Se necesita diagnosticar BIEN, averiguar el origen del problema, estudiar los detalles para formularlo bien. ¡Cuantas veces tenemos un conflicto con una persona y no sabemos ni porqué lo tenemos! Estamos enfados, molestos y no sabemos ni porqué. Debemos encontrar la verdadera explicación, las causas reales, el motivo principal y para ello debemos buscar esta información e interpretarla correctamente, sin dejarnos llevar por nuestros sentimientos. RAZONANDO.

2º) El segundo paso es definir bien el problema, con precisión, sin dejarse llevar por nuestras reacciones más comunes una vez definido. ¿Qué reacciones?: "esto no tiene solución" o "esto lo arreglo yo aunque sea por las malas". Es muy importante en este momento ser optimista, ya que nuestra aptitud será fundamental para después encontrar soluciones al problema. SIEMPRE HAY SOLUCIÓN, incluso para la muerte. (Pinchar para ver este artículo)

3º) Una vez tengamos claro cual es nuestro problema, hay que buscar soluciones alternativas, más de una, varias. No es fácil imaginar soluciones, tenemos que ser creativos para ello y no conformarnos con las típicas soluciones mencionadas en el punto 2. Tienen que ser soluciones alternativas justas y que además sean eficaces para resolver el problema. No hay que buscar la solución intutitivamente, no hay que aferrarse a lo primero que se nos ocurra, hay que pensar bien.

4º) Una vez que tenemos escritas (lo recomiendo) las posibles soluciones, es el momento de "imaginar" que ocurriría si eligiera cada una de ellas. Aventurarnos a "predecir" el futuro, a analizar los pros y los contras de cada decisión que tomemos, de cada solución. No es adivinar el futuro, si no imaginarlo: reacciones, consecuencias etc. Es importante pensar en las CONSECUENCIAS DE NUESTROS ACTOS. Muchas veces nos encontraremos que no hay soluciones buenas para tomar, es entonces cuando tendremos que elegir la "menos mala", o sea, la que tenga consecuencias más aceptables, más beneficiosas no sólo para mí, si no también para los demás.

5º) Otro elemento a tener en cuenta y muy importante es la capacidad de ponernos en el lugar del otro. No estamos hablando de empatía, si no que hablamos de "ver las cosas desde el punto de vista del otro". Si conseguimos llegar a este punto, es muy probable que encontremos otras soluciones alternativas más beneficiosas, ya que no miro sólo desde mi propio y egocéntrico "prisma", ahora también tengo en cuenta los deseos y sentimientos del otro. Tengo dos "prismas" diferentes que me ayudarán a buscar otras soluciones y decidirme por la mejor.

6º) Cuando no determinamos en nuestra vida que es lo VERDADERAMENTE IMPORTANTE, corremos el riesgo de ser desbordados por lo urgente y apartando de nuestro camino lo que realmente importante. Por ello debemos establecer muy claros nuestros objetivos en la vida, trazar un plan para conseguirlos y encontrar los medios para llevarlos a término. Esto que parece obvio pero que a veces lo ignoramos, es esencial para resolver nuestros conflictos de la índole que sea.

Termino este artículo con dos frases muy importantes que quiero compartir con vosotros:

" Vivir es tener objetivos y CONVIVIR es compartir objetivos" (Csikszentmihalyi, M, 1997)

" Acerquémonos pues confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro". (Hebreos 4:16)

Os dejo con este spot publicitario que me ha parecido muy interesante y concluyente.