sábado, 13 de diciembre de 2008

Los pensamientos de dentro nos deforman por fuera II

Como prometí, voy a continuar con este tema ya que muchos de vosotros me lo habéis solicitado por mail.

En esta ocasion, vamos a hablar de pensamiento deformado "polarizado". Este pensamiento tiende a percibir cualquier cosa de forma extremista, sin términos medios. Las personas, los sucesos, los pensamientos son buenos o malos, maravillosos o terribles, blancos o negros; no hay matices o es todo o no es nada.

Consecuentemente las emociones que sufren las personas con este tipo de pensamientos, tienen extremos opuestos: o están eufóricos o están deprimidos. Pero lo peor llega cuando nos juzgamos a nosotros mismos con este tipo de pensamientos, de tal modo que se pueden sentirse perfectos y maravillosos o completamente imperfectos y un verdadero desastre. no hay lugar para ellos para las equivocaciones.

Por ejemplo, si le pido un favor a mi amigo y me lo hace: ¡es maravilloso!, si no me lo hace: ¡es el peor amigo del mundo!. Si me levanto un dia sin ganas de trabajar significa que este trabajo no es para mí, porque si lo fuera siempre estaría contento y con ganas de trabajar.

¿Cómo nos cuestionaremos estos pensamientos que CASI no podemos controlar? Si eres una de las personas que te identificas con este pensamiento tienes que esforarte en matizar las cosas, pensar en porcentajes, introducir elementos que te proporcionen flexibilidad y comprensión en nuestros juicios. Recuerda que las cosas no son blancas o negras, siempre hay matices. Si tu amigo no te ha hecho el favor que le pedías, no te quedes con tu pensamiento polarizado, pídele que te explique el motivo por el que no te lo hace, puede que de este modo veas que realmente no puede. Si te levantas sin ganas de trabajar, "depre", pregúntate qué es lo que te causa esa emoción, puede que sea una cosa tan simple como que ese día no ha salido el sol y está lloviendo, nublado o incluso porque ayer trabajaste demasiado.

Recuerda que si piensas que sólo tienes dos opciones, corrígete a tí mismo pensando de nuevo que también hay opciones intermedias capaces de responder a las necesidades o cuestiones que tenemos.

Otro pensamiento deformado es la "sobregeneralización". Este pensamiento consiste en que de un simple incidente llegamos a una concluión general. De estemodo, de una experiencia desagradable puede hacernos pensar que, siempre que se repita una situación similar, se repetirá la experiencia desagradable.

Por ejemplo, mi novia/o me deja y me digo: "nadie me quiere, incluso mis padres me abandonaron". O si en una entrevista de trabajo me dicen que no doy el perfil, me digo a mí mismo/a que nunca voy a encontrar un trabajo decente. O si he tenido un incidente desagradable con una persona inmigrante, pienso que todos los inmigrantes son iguales.

En este tipo de pensamiento se suelen utiliar términos que indican afirmaciones absolutas: todo, nada, siempre, nunca, nadie, todos. Por cierto, términos muy utilizados en las discuriones personales entre las parejas.

Una vez que reconozcamos este tipo de pensamientos, tenemos que reflexionar y creer que no se puede generalizar, ya que cada persona y cada situación es diferente. No debemos realizar predicciones absolutas sobre el futuro porque la realidad es compleja e influyen en ella muchos elementos.

Si te viene a la mente que "todos los inmigrantes son mentirosos" (porque mi vecino que es inmigrante me ha mentido), vuelve a pensar y dile a tu mente que no puedes realizar tal afirmación; en primer lugar porque seguramente es una sospecha tuya y en segundo lugar porque sabes perfectamente que cada ser humano es diferente, porque un inmigrante te haya mentido no quiere decir que el resto sean igual.

Con estos dos pensamientos deformados y sus ejemplos he querido ofreceros un ejemplo de lo que podría ser una solución para rebatirlos en tu propia mente. Repasamos ¿cómo hacerlo?

1º Detectalos
2º Cuestionate su objetividad (como en los ejemplos que hemos puesto)
3º Sustitúyelos por otros más positivos y racionales.

Fuente: "Intervención educativa en los problemas de conducta" de Patricia Ferrá Coll.