miércoles, 2 de diciembre de 2009

Una carrera, una meta, un servicio

¡Cuantas veces durante el día nos quejamos de las cosas que nos ocurren! El coche no funciona, el atasco, la cola del supermercado, el dependiente antipático, mi compañero de trabajo que me incordia justo hoy que estoy de mal humor, mis hijos que no dejan de darme problemas y un largo etc...

Este último mes han ocurrido ciertos acontecimientos a mi alrededor que me han hecho reflexionar y redactar este post hoy. Estamos tan preocupados en nosotros mismos, en nuestra profesión o nuestra casa o nuestros amigos o aquella carrera que todavía no he terminado, que no podemos detenernos a pensar. Es como si estuviéramos en una carrera de obstáculos, y que con cada obstáculo que rodeamos cobramos más velocidad.

¿Qué carrera estamos llevando? ¿A dónde nos dirigimos? ¿Dónde está el final? ¿Para que son los obstáculos, quizá para fastidiarnos y tropezar?
Lo triste es que la carrera no tiene final, pero la velocidad es cada vez mayor hasta que adquiere un ritmo vertiginoso y de repente....¡zas! lo perdemos todo. El esposo o esposa, el amigo o amiga, los hijos, el trabajo... la salud...TODO.

¿Dónde estamos? ¿Qué hemos hecho con el tiempo que nos ha sido dado? ¿Sólo CORRER?
"Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su tiempo" (Eclesiastés 3:1) ¿Entonces, porqué corremos tanto?

¡DETENTE! Piensa, medita, reflexiona en porqué estás aquí, que quiere Dios para tú vida, a dónde te diriges, qué quieres conseguir, cual es tu meta, ¿es Dios quien dirige esta meta?
"Yo soy el Señor Dios tuyo, que te enseña provechosamente, que te encamina por el camino que debes seguir" (Isaías 48:7) Y es que a veces, nos negamos a aceptar lo que nos ocurre, los obstáculos del camino porque pensamos que entorpecen y retrasan nuestra "carrera" y resulta que es todo lo contrario, "porque yo el Señor soy tu Dios, quien te sostiene de tu mano derecha y te dice: No temas, yo te ayudo" (Isaías 41:13)

¿Es tu vida un servicio a los demás o estás pensando sólo en tí mismo? y es que cuando pensamos sólo en nosotros, nada nos sale bien; sin embargo cuando damos, y sólo pensamos en dar lo que tenemos (dones, talentos, dinero, tiempo, amor etc) es entonces cuando le encontramos sentido a nuestra vida.

Piensa, detente, reflexiona ¿a quién puedo ofrecer yo hoy mi servicio? A mi familia, a mis alumnos, a mi esposo, a mis hijos... es entonces cuando sentirás que no corres en vano y que la carrera es más liviana. Y si durante nuestra carrera, encontramos un obstáculo que no podemos superar, "Dios suplirá todo lo que os falte conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús" (filipenses 4:19)

Nuestra meta es vivir eternamente al lado de nuestro Creador... ¿Vas a detenerte por un momento del ritmo de tu vida? Sólo unos minutos para pensar a quién puedo servir hoy en vez de pensar ¡qué obstáculo tendré hoy!

Os dejo con un video muy significativo para esta reflexión.


Post dedicado a Ruth

No hay comentarios: