martes, 5 de febrero de 2008

La pobreza mundial: puede estar en tus manos.

Uno de los temas que más me preocupa como educadora, es la pobreza en nuestro mundo. Hablo de una pobreza no sólo económica, si no también educativa. Según el Banco Mundial, para el año 2015 alcanzaremos los 1.900 millones de personas pobres (menos de 1 dolar al día para vivir) en el mundo y además actualmente casi la mitad de la población mundial vive con dos dólares al día. Pero ¿qué es la pobreza? Según el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo “La pobreza no se define exclusivamente en términos económicos (…) también significa malnutrición, reducción de la esperanza de vida, falta de acceso a agua potable y condiciones de salubridad, enfermedades, analfabetismo, imposibilidad de acceder a la escuela, a la cultura, a la asistencia sanitaria, al crédito o a ciertos bienes”.

Lo "interesante" y a la vez preocupante es que este aumento de pobreza es paralelo al aumento de un crecimiento espectacular económico en los países industrializados. ¿Que está ocurriendo? Sin duda en estos países estamos dejando a un lado la educación ciudadana y política para la sostenibilidad y para el desarrollo, de tal modo que en los últimos cuarenta años se ha duplicado la diferencia entre los 20 países más ricos del mundo y los 20 más pobres (según fuentes del Banco Mundial), por no hablar del aumento de la discriminación y segregación social que afecta mayoritariamente al sexo femenino.

El consumismo ha producido que esta separación vaya en aumento, por ejemplo, por cada unidad de pescado que se consume en un país pobre, en un país rico se consumen 7; para la carne la proporción es 1 a 11; para la energía 1 a 17; para las líneas de teléfono 1 a 49; para el uso del papel 1 a 77; para automóviles 1 a 145; pero la cifra más sorprendente es que "un niño de un país industrializado va a consumir en toda su vida lo que consumen 50 niños de un país en desarrollo"

No pensemos que esta destrucción de la humanidad no va a afectarnos a aquellos que vivimos en los países industrializados... esta destrucción va en aumento y es para todo el planeta. La reducción de la pobreza, la discriminación social, el cambio climático son cosa de todos y aunque sea actuando desde el egoísmo, debemos actuar sobre todo aquellos que nos llamamos educadores y cuya responsabilidad es educar a la sociedad. "El bienestar de cada uno de nosotros también depende, en gran parte, de que exista un nivel de vida mínimo para todos(...) y la prosperidad de un reducido número de países no puede durar si se enfrenta a la extrema pobreza de la mayoría" (Folch, 1998; Mayor Zaragoza, 2000; Vilches y Gil, 2003; Sachs, 2005)

Mencionar brevemente el aumento de enfermedades debido a estos drásticos cambios en el planeta, debido a la malnutrición, al hambre y a los cambios climáticos. "Cada año mueren en el mundo 15 millones de niños por causas relacionadas con el hambre, lo que supone una cifra de 40000 muertes diarias. Más de la cuarta parte de las poblaciones asiáticas y africanas sufre tal desnutrición que queda indefensa frente a las enfermedades y no es posible el normal desarrollo físico y mental de los niños."

Igual estas cifras sólo son eso, cifras a las que estamos acostumbrados a escuchar, pero ¿si os digo que por primera vez en la historia de nuestra humanidad, de nuestro planeta, el número de personas obesas se ha igualado con el número de desnutridos? Si nuestro planeta tiene unos 6.000 millones de personas, 1.200 son obesas y otras 1.200 están desnutridas. La buena noticia es que según fuentes como la del Banco Mundial, esta pobreza se podría erradicar del planeta. Sólo harían falta 40.000 millones de dólares. ¡Nada! si tenemos en cuenta que sólo es el 5% del gasto militar mundial. Con este dinero, no sólo se erradicaría el hambre, se daría educación a todos los niños, se regularía la demografía y ayudaríamos con el cambio climático.

Yo no tengo esa suma de dinero, pero la pregunta no es si tienes o no dinero, la pregunta es ¿cómo lo utilizas? ¿Tienes más de lo que es necesario? ¿Cómo estás educando a tus hijos? ¿A tus alumnos? ¿En que mundo quieres vivir? Si fuésemos tan sólo un poco "egoístas"... utilizaríamos adecuadamente nuestros recursos, nuestro dinero, nuestros esfuerzos.... nuestra vida.

La clave del éxito del planeta ya nos fue dada por Jesús cuando estuvo entre nosotros: "os doy un nuevo mandamiento: que os améis los unos a los otros". Es sencillo....¡pero cuanto nos cuesta obedecerlo!

Fuente: Organización de los Estados Iberoamericanos

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