viernes, 29 de febrero de 2008

Una visión más allá de la educación curricular

Hoy he leído una noticia que me parece muy interesante, no sólo por ser una noticia inusual, si no por que nos ofrece una perspectiva diferente, inteligente, acertada y olvidada de lo que significa "educar". Por ello voy a reproducir el artículo entero que se encuentra en la edición digital del periódico "El país".

"En pocas horas acumuló muchas experiencias vitales: por primera vez se subió a un avión, visitó un país europeo y se impresionó viendo el mar en Alicante. William Kikanae, jefe de la tribu keniana Masai Mara, a la que pertenecen unas 450.000 personas, persigue a sus 30 años un sueño: educar a los miembros de su tribu sin perder su esencia. "No vengo a Europa porque me guste viajar, quiero introducir aquí nuestra cultura, pretendo cambiar nuestra comunidad pero manteniendo nuestras raíces tribales", dijo ayer en el Aula de Cultura de la CAM de Alicante, donde esta tarde ofrecerá una conferencia sobre la cultura Masai. Para lograrlo busca ayuda, y por eso ha venido a España.

En la región del Serengeti, ubicada al suroeste de Kenia, en plena sabana, la gente vive del pastoreo del ganado y de la naturaleza. Durante décadas los niños no han conocido la escuela, y han sido educados bajo las acacias por los maestros más viejos del lugar. Las mujeres no podían acudir a esas clases y colaboraban con sus madres en tareas domésticas. Hasta hace poco mantenían encarnizadas luchas por robar animales para comer. Pero ahora, negocian e intercambian alimentos. "La educación es la llave para cualquier cosa", decía ayer reiteradamente este líder tribal, "sin perder nuestra cultura y nuestra tradición".

El dilema fundamental radica en poder ofrecer nuevos horizontes culturales a esta tribu milenaria sin que pierda sus raíces. Un reto "complejo y difícil" por el que han empezado a trabajar. "Los Masai no queremos perder nuestra cultura, sino educar para poder crecer", explicó Kikanae. El proceso es complejo y está repleto de dificultades, pero ya ha empezado. En esta tribu han empezado a sustituir las raíces y plantas medicinales por los medicamentos occidentales. En la actualidad luchan contra el absentismo escolar, un 80% de los niños ya van a las clases que se imparten bajo los árboles, y casi la mitad de los mayores ya no practican el rito de la ablación femenina o la circuncisión masculina.

Kikanae trajo bajo el brazo el sueño de garantizar la educación de su gente, y para lograrlo tiene un proyecto que requiere fondos económicos. Pretende construir una escuela-orfanato para que 50 niños y niñas aprendan a leer y escribir. "Queremos médicos Masai, pero ¿cómo ser doctor sin ir a la escuela?", se preguntaba ayer Kikanae, que vino ataviado con el atuendo tradicional de su tribu, llamado swuka, un vestido de colores llamativos, azules y violetas, con collares, conchas y un bastón de mando."

La educación tiene "es la llave para cualquier cosa", como dice William Kikanae, pero yo quiero añadir que la educación sin el respeto por nuestra cultura... pierde su valor. La educación va más allá del currículo escolar, la educación socializa, hace crecer al individuo, educa en valores, en principios, y respeta al individuo y su cultura. Pensamos que educar es llevar nuestra cultura occidental al resto del planeta y nada más lejos de la realidad. Yo fui a Rwanda para "ayudar" y fueron los rwandeses los que me ayudaron a mí, los que me educaron y me hicieron ver que no hay fronteras ni barreras entre los hombres si cada uno de nosotros somos capaces de considerarnos hermanos.

¿Cual es la clave de la educación? Para mí, es Cristo. Él dijo: "Yo soy la verdad, la resurrección y la vida" Nuestra "educación" no ofrece la verdad absoluta porque está llena de preguntas. Nuestra "educación" no tiene poder sobre la muerte. Nuestra "educación" tiene la "llave" para abrir muchas puertas... pero nunca para abrirnos la puerta de la vida eterna.

Si quieres conocer a Cristo más, te invito a que pinches aquí.

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